Sus ojos me miran intensamente y algo me pica detrás de la cabeza. Necesito realmente una excusa para dejar las cosas como se encuentran ¿pero qué excusa será lo suficientemente interesante para sacarlo de mi cama a empujones?... ¡Ninguna!
-¿Crees que soy un pervertido? -pregunta de una manera muy seria después de un largo silencio de su parte.
-¿Acaso acabo de lastimar tu orgullo? -logro encararlo.
-¿Acaso crees que conozco esa palabra? -dice de una manera burlona levantando su ceja izquierda.
-Pues deberías -le digo en mi posición de indignada y salgo corriendo de mi habitación.
Es parte de un libro que escribes o algo así? porque me encantaría leer más:)
ResponderEliminarBesos!
Pertenecía a algo así, pero la historia ya no me gusto y la borré del blog >.<
EliminarGracias por tu comentario.
De momento solo escribo pequeñas historias.
¡Feliz sábado!